viernes, 2 de octubre de 2009

PREAMBULO DE CRISTO EN LA ESCRITURA

En Cristo, Dios revelo su fidelidad hacia nosotros desde el pricipio de las Escrituras.
En Genesis, Jesus es el carnero en el altar de Abraham.
En Exodo, El es el cordero pascual.
En Levitico, El es el Sumo Sacerdote.
En Numeros, El es la nube de dia y la columna de fuego de noche.
En Deuteronomio, El es la ciudad de nuestro refugio.
En Josue, El es cordon de grana que sale de la ventana de Rahab.
En Jueces, El es nuestro Juez.
En Rut, El es el pariente redentor.
En 1ro. y 2do. de Samuel, El es nuestro profeta confiable.
En Reyes y Cronicas, El es nuestro Rey reinante.
En Esdras, El es nuestro escriba fiel.
En Nehemias, El es el reconstructor de todo lo que esta destruido.
En Ester, El es Mardoqueo sentado fielmente a la puerta.
En Job, El es nuestro redentor que vive para siempre.
En Salmos, El es mi pastor y nada me faltara.
En Proverbios y Eclesiastes, El es nuestra sabiduria.
En el Cantar de los Cantares, El es el hermoso novio.
En Isaias, El es el siervo sufriente.
En Jeremias y Lamentaciones, El es Jesus quien es el profeta que llora.
En Ezequiel, El es el maravilloso hombre de 4 caras.
En Daniel, El es el cuarto hombre en medio del horno de fuego.
En Oseas, El es mi amor que es para siempre fiel.
En Joel, El nos bautiza con el Espiritu Santo.
En Amos, El es que lleva nuestras cargas.
En Abdias, El es nuestro Salvador.
En Jonas, El es el gran misionero extranjero que lleva la Palabra de Dios a todo el mundo.
En Miqueas, El es el mensajero de bellos pies.
En Nahum, El es el vengador.
En Habacuc, El es Atalaya que ora siempre por avivamiento.
En Sofonias, El es el Señor poderoso para salvar.
En Hageo, El es el restaurador de la herencia perdida.
En Zacarias, El es nuestra fuente.
En Malaquias, El es hijo de justicia que lleva sanidad en sus alas.
En Mateo, El es el Cristo El Hijo del Dios viviente.
En Marcos, El es el obrador de milagros.
En Lucas, El es el Hijo del hombre.
En Juan, El es la puerta por la que todos debemos entrar.
En Hechos, El es la luz resplandeciente que aparece a Saulo en el camino a Damasco.
En Romanos, El es nuestro justificador.
En 1ra. Corintios, El es nuestra resurrecion.
En 2da. Corintios, El es el que lleva nuestros pecados.
En Galatas, El nos redime de la ley.
En Efesios, El es nuestra riqueza inescrutable.
En Filipenses, El nos provee para nuestras necesidades.
En Colosenses, El es la plenitud del cuerpo.
En 1ra. y 2da. Tesalonicenses, El es nuestro Rey que pronto viene.
En 1ra. y 2da. Timoteo, El es el mediador entre Dios y los hombres.
En Tito, El es nuestra esperanza bienaventurada.
En Filemon, El es nuestro amigo que permanece mas cerca que un hermano.
En Hebreos, El es la sangre del pacto eterno.
En Santiago, El es Señor que sana los enfermos.
En 1ra. y 2da. de Pedro, El es el Gran Pastor.
En 1ra., 2da. y Tercera de de Juan, Es Jesus quien tiene la ternura del amor.
En Judas, El es el Señor que viene con 10.000 santos.
Y en Apocalipsis, levanta tus ojos Iglesia, El es el Rey de Reyes y Señor de Señores.
Hermanos adoremosle, por quien es El, solamente porque el es DIGNO.
En todas las escrituras el se revela de diferentes maneras y todas son eternas, nada queda al descubierto por El.

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