martes, 20 de octubre de 2009

¿POSTMODERNISMO O POSTCRISTIANISMO?

Por Salvador Dellutri.
Los debates que han surgido en relación a la iglesia y el postmodernismo y como esta “nueva era” infiltra las iglesias “evangélicas”, es un fenómeno que no podemos ignorar; ya que de una forma u otra queramos o no, nos movemos adaptándonos a este nuevo estilo de pensamiento o haciéndole frente a sus trampas y engaños. No hay duda que esta era actual ha hecho que la mayoría de los creyentes ni siquiera la reconozcan e incluso muchas iglesias la han adoptado como cristianismo, con movimientos tales como el despertar espiritual, el ecumenismo y lo que es más peligroso con una nueva corriente de lucha y vida espiritual centrada en la prosperidad, en la guerra espiritual y en el famoso surgimiento de apóstoles y profetas, que no es otra cosa que una tergiversación de algunos pasajes de la Biblia, lo que los constituye en apóstatas y herejes.
El “problema” de esta nueva era; no debe ser enfrentado necesariamente tratando de definir que es el postmodernismo (como objetivo principal) sino que necesitamos desenmascararlo fundamentados en las escrituras, para reconocer su accionar y desterrarlo del estilo de vida y forma de pensar de las personas que asisten a la iglesia que diariamente se relacionan con la cultura en que vivimos, muchas de las cuales dicen ser cristianas pero en realidad no se pueden distinguir de los no-creyentes. Una de las razones principales por las cuales este “nuevo movimiento” ha tenido tanto “éxito”, es porque en la actualidad existen muchos pastores y miembros de iglesias sin preparación y sin formación y por eso existen tantos errores doctrinales y tantos herejes.
Un estudio reciente del Grupo Barna revela que el 38% de la población adulta norteamericana, se llama a sí misma evangélica pero en realidad sólo el 19% puede ser considerado cristiano. Esto se debe a que los “estilos de vida” de los “nacidos de nuevo” en realidad no difieren mucho de los otros grupos. En otros estudios también se resaltan los problemas que enfrentan los cristianos, incluyendo a pastores, en relación a la epidemia pornográfica de esta nueva era, la cual esta haciendo estragos en al moralidad de la iglesia. También hay indicadores que señalan que el divorcio es incluso mayor entre los creyentes norteamericanos, que entre los no creyentes alcanzando la cifra escandalosa del 50 por ciento.
Estas estadísticas nos muestran que el problema no está en la cultura postmoderna, ya que los apóstoles y seguidores de Jesús vivieron en medio de una cultura totalmente depravada y rebelde, pero que sin embargo mediante la predicación de la Palabra de Dios y la practica en sus vidas de lo que decían creer; revolucionaron al imperio romano. En ese sentido el problema está, en que lo que actualmente vemos y oímos como cristianismo; en realidad ha pasado a ser una cultura postcristiana. Muchas personas van a la iglesia como parte de una vida de status, sobre todo cuando de mega iglesias se trata, otras van a la iglesia porque éstas se han convertido en centros de motivación y desarrollo personales aun muy bajo costo… tenemos “predicadores y predicadoras” que están aprovechando muy bien este “momento” para enriquecerse a costa de sus seguidores y la Biblia ha dejado de ser la autoridad MAXIMA de la Iglesia porque lo que se “predica” son fabulas y sueños y doctrinas de hombres y de demonios.

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