viernes, 4 de diciembre de 2009

PUROS?... PERO IMPUROS DE CORAZON


Por Sergio Sabino.


Proverbios 30:12-13 “Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza. Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdén” NVI


En los tiempos de Jesús había un grupo de personas que se especializaba en ponerle trampa a Jesús con tal de obtener algo con que acusarle. Pero Jesús era, o mas bien es y sigue siendo, especialista en conocer las intenciones que albergan en lo más recóndito del corazón humano. En una ocasión estas personas intentaron “atrapar” a Jesús en una encrucijada, valiéndose de lo escrito en la ley de Moisés para lograr su maquinado propósito. Veamos los detalles:JUAN 8:1-11:8:1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,8:4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.8:5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?8:6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.8:7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.8:8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. RV60¿Estaba Jesús apoyando el pecado de esta mujer? En ninguna manera. Lo que si es patético es que los maestros de la ley y los fariseos no se habían limpiado la impureza de sus corazones como exponen estos versículos de hoy. Habían en sus maquinaciones obviado una parte de dicha ley, que demandaba también la muerte del hombre y no tan solo de la mujer (Levítico 20:10). No es que Jesús esté aquí apoyando el adulterio u otra forma de pecado. Lo que si está haciendo es llevándolos a que evalúen cuál es realmente la motivación interna de sus corazones para aplicar la ley de Dios en sus vidas y en la vida de las personas. Jesús está reprobando su manera de exhibir una justicia externa torcida por sus malas maquinaciones. Vemos entonces que aunque Jesús apoyaba la ley de Moisés, también ofrecía una solución basada en su misericordia.


JEREMIAS 17:9-10:”Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” RV60.


Dios es el único que puede penetrar lo más íntimo del pensamiento humano y juzgar a la persona, tanto por sus pensamientos como por sus hechos.

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