Por Richard Baxter.
ORIENTACION Nº 1
Cuando usted sea consciente de su enfermedad y peligro, entréguese a Cristo como salvador y médico de almas, y al Santo Espíritu como su santificador, recordando que él es autosuficiente y está dispuesto a hacer el trabajo que Él mismo prometió que haría. No es usted quien debe salvarse y santificarse a sí mismo (a no ser que lo haga a través de Cristo), pero aquel que asumió esta labor, lo hizo para su gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario